Parecido a un CCD, un sensor de imagen CMOS convierte la luz en señales eléctricas. Los sensores de imagen tanto CMOS como CCD tienen sus ventajas y su empleo depende de la aplicación a la que vayan destinados. Muchas personas opinan que la calidad y la sensibilidad de los sensores de imagen CCD es sperior a la de los CMOS, y ya que ambos factores afectan mucho a la expresión de una imagen, a menudo se utilizan los sensores CCD para equipos profesionales. Por otra parte, los sensores CMOS tienen la ventaja de una rápida lectura de la señal y un bajo consumo energético. Además, los sensores CMOS y sus circuitos periféricos se pueden diseñar para un solo chip, por ello se utilizan principalmente para productos pequeños y baratos, como teléfonos móviles y “cámaras de juguete”.
Normalmente se utilizan dos tipos de sensores: tipo P y tipo N. Estos dos se unen en un semiconductor llamado CMOS (Semiconductor complementario de metal óxido). Montando tanto el MOS-FET del canal P como el MOS-FET del canal N en el mismo sustrato del semiconductor se reduce el consumo de energía y se acelera el proceso.
En un sensor de imagen CMOS, cada píxel consiste en un fotodiodo y un interruptor que utiliza un transistor CMOS. La señal de cada píxel se amplifica. Todos los fotodiodos, colocados en forma de retícula, llevan un transistor que permite leer directamente cada píxel y enviar sus datos a alta velocidad.
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